Las EPS la caja menor de las AUC. Alianzas parapolíticas y el desfalco a las EPS.
Políticos regionales hicieron alianzas con paramilitares para canjear votos a cambio de altos cargos en hospitales para desviar los dineros de las EPS hacia los bolsillos de las AUC.
Fallos de Justicia y Paz y declaraciones de desmovilizados han puesto en evidencia la forma en la que, desde finales de los años 90, los paramilitares, en asocio con políticos de las regiones, se tomaron hospitales y EPS para desviar los recursos que debían estar destinados a la salud de los más pobres. Las EPS era el botín más preciado para los ilegales, pues reciben millonarias recursos del Gobierno Nacional. Por eso, muchos jefes paramilitares ubicaron en esos cargos a sus fichas, que fueron nombradas por los políticos que ayudaron a elegir.
Por lo menos hasta el año 2015 los paramilitares saquearon al menos 530.000 millones de pesos de la salud de los colombianos.
Uno de estos casos es el de la ESP indígena Manexca, que atiende usuarios de comunidades indigenas en los departamentos de Sucre y Córdoba. El líder indígena Pedro Pestana Rojas, quien era su director, fue condenado por aliarse con los paramilitares Rodrigo Mercado Pelufo alias ‘Cadena’ y Edward Cobos Téllez alias ‘Diego Vecino’, para desviar dineros de la EPS hacia las arcas de las AUC
Su hermana, Yamina Pestana, senadora del partido Conservador, fue acusada por desviar los recursos de la EPS Manexca para financiar su campaña política.
Otro caso:
Otro caso emblemático de saqueo a la salud en la costa Caribe es el del Hospital Materno Infantil de Soledad, Atlántico, que fue considerado como ‘la caja menor’ de los paramilitares de Édgar Ignacio Fierro, ‘don Antonio’. La justicia documentó que ‘don Antonio’, quien le respondía al capo paramilitar ‘Jorge 40’, tuvo una “infiltración absoluta de las finanzas del hospital, hasta el punto de controlar los nombramientos y los suministros de medicamentos. El dinero era usado, entre otras cosas, para pagar los sueldos de los paramilitares. En los computadores que se le incautaron quedó la evidencia de cómo influía por la vía armada en contratos de otros hospitales y EPS del Atlántico, Magdalena y Bolívar.
Dief Maloof, médico de profesión, fue uno de los primeros condenados por el escándalo de la parapolítica. En el momento de su captura, en el 2006, Maloof tenia el control total sobre los nombramientos en cargos en las instituciones de salud del Atlántico, especialmente en el desaparecido Instituto de Seguros Sociales.
En Córdoba, el jefe paramilitar Salvatore Mancuso puso a Manuel Troncoso, su cuñado, como secretario de Salud en la gobernación de Libardo López Cabrales (2003-2007). La justicia condenó a las cabezas de ese clan político por esos acuerdos con las AUC y Troncoso se acogió a sentencia anticipada. Según las investigaciones, la plata de la salud fue una de las fuentes de financiación del bloque Córdoba.
Al otro lado del país, en los Llanos Orientales, el jefe de las Autodefensas Campesinas de Casanare, ‘Martín Llanos’, impuso varios gobernadores y alcaldes de Casanare con el compromiso de que sus fichas fueran a cargos claves en Salud y Educación.
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